Cinvestav pone en marcha un nuevo Laboratorio de Bioseguridad Nivel tres
El LBS-3 cuenta con un área para la manipulación de animales de experimentación ABSL-3 (Animal Biosafety Level 3), que le permitirá trabajar líneas de investigación enfocadas al desarrollo de vacunas
Ante el reto de estudiar y hacer frente a diversos agentes infecciosos como bacterias, virus, parásitos u hongos, capaces de causar enfermedades graves al ser humano, e incluso causar epidemias o pandemias, el Cinvestav pone en marcha el Laboratorio de Bioseguridad Nivel 3 (LBS-3), para la Investigación de Enfermedades Emergentes.
Para entender la importancia de un LBS-3 es necesario saber cuál es el nivel de riesgo de los microorganismos, que van del uno al cuatro: en el primero pueden causar enfermedades consideradas leves para el humano; en el segundo son patógenos, como bacterias o virus, que sí representan un riesgo para la salud humana, pero existen vacunas, antibióticos o fármacos para controlarlos.
En los patógenos del nivel tres, se encuentran virus o bacterias que representan un riesgo alto para la salud humana, porque no existen tratamientos, antibióticos o vacunas para su control y pueden ser potencialmente letales; en el cuatro se encuentran microorganismos exóticos, también letales con alta frecuencia de mortalidad, y que se transmiten fácilmente de un individuo a otro, y además no se cuenta con tratamiento para ellos, explicó José Tapia Ramírez, coordinador del nuevo laboratorio e investigador del Cinvestav.
Para la manipulación de patógenos de nivel tres, las nuevas instalaciones cuentan medidas de contención estrictas con acceso controlado y restringido
Para la manipulación de patógenos de nivel tres, las instalaciones requieren medidas de contención más estrictas, que incluyen: un acceso controlado y restringido, barreras primarias; entre las que destacan gabinetes de bioseguridad con flujo de aire que permite la protección del usuario y las muestras, además, de equipo de protección personal. Si se manejan patógenos de transmisión por vía aérea, se debe contar con mascarillas y sistemas de suministro de aire independientes.
El nuevo laboratorio BSL-3 del Cinvestav cuenta con diversos espacios, entre los que destacan uno de recepción, donde se reciben las muestras, después a través de un transfer, pasan a una zona de alta contención que cuenta con gabinetes de bioseguridad (con sistemas de esterilización y filtrado de aire); centrifugas a prueba de aerosoles, una autoclave (horno), refrigeradores y congeladores.
Asimismo, cuenta con un área analítica que trabaja con cultivos, para lo cual se usan incubadoras con capacidad de esterilizarse con vapor de peróxido de hidrógeno, además, ahí se encuentran microscopios sofisticados y un espacio para trabajar con muestras inactivadas, ácidos nucleicos, proteínas o ARN; ahí se hacen los análisis de ARN y ADN
El Cinvestav puso en marcha el Laboratorio de Bioseguridad Nivel 3 para la Investigación de Enfermedades Emergentes.
Con esta infraestructura se podrán realizar diagnósticos, analizar proteínas de parásitos, virus o bacterias y, eventualmente, con muestras inactivadas hacer estudios de proteómica; es decir, observar las proteínas de los microorganismos o determinar las características particulares de esas biomoléculas.
Además, el laboratorio cuenta con un área para la manipulación de animales de experimentación ABSL-3 (Animal Biosafety Level 3), que le permitirá trabajar líneas de investigación enfocadas al desarrollo de vacunas, evaluación de fármacos antivirales/antibacterianos y ensayos preclínicos para probar la eficacia de nuevas moléculas terapéuticas, sostuvo Tapia Ramírez.
El Laboratorio de Bioseguridad Nivel 3 (LBS-3), para la Investigación de Enfermedades Emergentes del Cinvestav, representa la transición de la infraestructura similar en nivel 2, creada en este Centro en 2009 a raíz de la crisis de la influenza humana, y cuyo objetivo fue contribuir a la toma decisiones acertadas en el control epidemiológico.
“Se espera que esta nueva infraestructura se convierta en el soporte para realizar proyectos científicos de investigadores del Cinvestav, de instituciones académicas diversas o de empresas que deseen evaluar, a nivel preclínico, vacunas, fármacos, antivirales y pruebas de inmunidad”, explicó José Tapia Ramírez.