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Las vacunas son la opción más segura para obtener inmunización colectiva

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Durante mucho tiempo se ha creído que la manera más eficaz de obtener inmunidad ante algunas enfermedades como la varicela era exponerse a la infección, pero en otros casos como con el virus del papiloma humano (VPH), esto no es una opción.

La exposición a la infección natural de algunos tipos de patógenos da lugar a la generación de una inmunidad pobre, lo que impide asegurar la protección frente a nuevas infecciones; en otros casos, la respuesta inmune tras el padecimiento no siempre genera una memoria inmunológica de larga duración. Por eso, recibir una vacuna contra estos agentes patógenos es la mejor opción para adquirir inmunidad.

Por tal motivo, un porcentaje de la población que se encuentra en la espera de ser vacunada contra la covid-19 comienza a dudar si aplicarse la vacuna es la manera más efectiva para obtener inmunidad.

En este contexto, Leopoldo Santos Argumedo, jefe del Departamento de Biomedicina Molecular del Cinvestav, señala que la opción más recomendada para lograr la inmunización colectiva es la vacunación. Esto porque aún no está claro, en el caso de la infección por SARS-CoV-2, si la inmunidad que se generó es protectora y el periodo por el que las personas queden inmunes ante un futuro contagio.

En el caso de la inmunidad por infección natural, que se adquiere cuando una persona está expuesta a un microorganismo patógeno vivo, la respuesta inmunitaria que desarrolla puede ser disfuncional, provocando la liberación de decenas de citocinas que provocan inflamación descontrolada y causan muchos problemas como trombos, estrago pulmonar, edema o neumonía, que al final pueden provocar daño multiorgánico sistémico y la muerte del paciente.

Mientras que la inmunización por vacuna es una forma inocua de inducir una respuesta inmunitaria sin causar enfermedades, pues nuestro sistema inmune está diseñado para recordar. Tras la administración de las dosis de una vacuna contra alguna enfermedad concreta, quedamos protegidos contra ella, normalmente durante años, décadas o incluso para toda la vida.

En ambos casos, la infección natural y la vacuna, generan anticuerpos neutralizantes e inmunidad celular.

“La vacuna contra la covid-19 es una oportunidad ideal para lograr la inmunidad sin tener que enfrentar la enfermedad ni resultar con complicaciones, aunque cabe indicar que vacunarse también puede causar efectos secundarios leves y pasajeros como fiebre baja, dolor o enrojecimiento en el lugar de inyección, cansancio y dolor de cabeza”, señaló Santos Argumedo.

Es importante mencionar que en el caso de las vacunas de Pfizer y Moderna en ningún momento el virus SARS-CoV-2 se inyecta, ni siquiera inactivo, y el ARN no puede integrarse en el genoma humano. En este sentido, cuando te suministran una vacuna, recibes una dosis predeterminada para crear un estado de resistencia, donde la espícula del virus es reconocida por las células. El reconocimiento de esta proteína del virus crea una respuesta inmunológica fuerte y apropiada que activa tanto linfocitos B como T, lo que permite originar anticuerpos neutralizantes que bloquean el virus.

Para que la vacuna contra la covid-19 cumpla con su función de proteger, es necesaria la administración de dos dosis, pues de esta manera se logra un porcentaje de efectividad más alto; cabe puntualizar que, a pesar de ya ser beneficiado con la vacuna, se debe continuar con las medidas sanitarias pues la inmunidad tarda varias semanas en generar una respuesta robusta.

El investigador señaló que, aunque las dos fórmulas de vacunas contra la covid-19 que actualmente se encuentran en nuestro país ofrecen altos niveles de seguridad, las distribuidas por Pfizer y Moderna, generan un 95 por ciento de efectividad, debido a la implementación de un nuevo diseño para fabricar la vacuna que utiliza ARN. En cambio, la comercializada por AstraZeneca, ofrece un 75 por ciento de protección (de acuerdo con los estudios clínicos publicados).

Otra ventaja que ofrece la vacuna de Pfizer es que no hay necesidad de cultivar un patógeno en el laboratorio. La vacuna suministrada a los individuos es un código genético, para que sean las propias células de la persona vacunada las responsables de la síntesis de la proteína. Las desventajas son su costo elevado y que la vacuna debe almacenarse a una temperatura muy baja de -70 grados centígrados, lo que ha obligado a contar con ultracongeladores específicos para distribuir las dosis.

Y si bien la vacuna es la mejor opción para contener la propagación y seguir en la lucha contra el coronavirus, no se deben hacer a un lado las medidas sanitarias que han demostrado efectividad para prevenir la covid-19, principalmente el uso correcto del cubrebocas, lavarse las manos frecuentemente y mantener el distanciamiento social.

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