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Actualmente existe una ruptura de la confianza entre la ciencia y la sociedad: Gerardo Herrera

 

Gerardo Herrera Corral, investigador del Departamento de Física del Cinvestav y pionero en la colaboración mexicana en el experimento Alice del Gran Colisionador de Hadrones (LHC), sostuvo que la ciencia y la sociedad han tenido una estrecha relación histórica en varios siglos, pero actualmente enfrentan una ruptura de la confianza.

Al participar en las actividades conmemorativas por el 15 Aniversario del Doctorado en Ciencias en Desarrollo Científico y Tecnológico para la Sociedad de este Centro, dijo que esa ruptura incluye varias áreas de conocimiento y desde el punto de vista de la física se presenta en dos capítulos: en 1901 con el nacimiento de la física cuántica, seguida de la actividad de la relatividad general, y en 1945 ante los sucesos de Hiroshima y Nagasaki; con ello la sociedad inevitablemente rompe con la ciencia porque el hombre de la calle dejó de entender la actividad de los físicos.

El doctor en ciencias por la Universidad de Dortmund, Alemania, señaló que la mecánica cuántica significó una separación brutal entre la comprensión del campo de la física con la sociedad y eso provocó una distancia de los centros de investigación con las personas, pero otra ruptura, más dura, fue el despliegue de la tecnología no siempre a favor de la vida.

Por lo tanto, esa ruptura de la ciencia con la sociedad tiene que ver mucho con el Doctorado en Ciencias en Desarrollo Científico y Tecnológico para la Sociedad del Cinvestav, porque una tarea pendiente de los y las científicas es acercarse a la sociedad y generar confianza, aseguró el investigador asociado en el Centro Europeo de Investigaciones Nucleares (CERN), en Suiza.

Gerardo Herrera explicó que en ocasiones la ruptura de la confianza entre la ciencia y la sociedad se relaciona con la desinformación, comportamiento antiético de ambos sectores, una percepción de sesgos por falta de transparencia en los procesos, lo cual ocasiona escepticismo y genera reducción de presupuesto, provocando una difícil implementación de políticas públicas

Además, con base en un estudio social realizado por la revista Nature sobre la percepción de la ciencia, expuso que las y los científicos son quienes deben comunicar su trabajo al público general, porque en temas relacionados con innovaciones y nuevas tecnologías las personas solamente confían en sus amistades o parientes y en los científicos y las científicas; es decir, la sociedad cree en los científicos como las personas indicadas para contar lo que ocurre en sus campos de investigación.

El investigador, involucrado en el diseño y construcción de detectores para los experimentos del LHC, durante su conferencia titulada “De los quarks a la vida cotidiana, explorando el impacto social de las partículas elementales”, explicó que el descubrimiento de los quarks, como integrantes del protón, en 1969 por R. Taylor, H Kendal y J. Friedman, motivaron un desarrollo tecnológico que a su vez promovió un salto de la física a la biología o a la química, es una historia ilustrativa de la importancia de la ciencia en la sociedad.

Herrera Corral aseguró que el impacto social de la ciencia se despliega en tres momentos: las aplicaciones tecnológicas derivadas de ella, el potencial de conocimiento adquirido y, quizá el más importante, el desarrollo de una visión del universo.

“Los seres humanos somos la única especie que necesita formarse una visión del universo, somos la única especie que necesita entender de qué están hechas las cosas, necesitamos contar con una idea de dónde se originó el universo o cuándo terminará; requerimos esa visión y la ciencia nos proporciona una”, apuntó Gerardo Herrera Corral.

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