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Celebran vida y trayectoria de Pablo Rudomin, destacado neurofisiólogo

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Se llevó a cabo la mesa “Pablo Rudomin: 90 años”, en El Colegio Nacional.

Pablo Rudomin Zevnovaty, nacido en 1934 en Ciudad de México, quien ha centrado sus estudios en la fisiología de la médula espinal, así como en procesos de inflamación aguda, celebró 90 años de vida y seis décadas de carrera científica con un evento en El Colegio Nacional, en el cual participaron colaboradores, amigos y estudiantes graduados de su laboratorio.

“Desde la perspectiva que da la edad me considero realmente afortunado, he podido continuar mis actividades en Cinvestav por más de 60 años y en El Colegio Nacional por 31 años, esto es algo maravilloso y que difícilmente podía haber ocurrido en otro país”, señaló el homenajeado al dirigirse a las y los asistentes a la mesa “Pablo Rudomin: 90 años”.

Todo lo que soy y he sido, continuó, se lo debo a la generosidad de este país que acogió a mis padres hace 100 años cuando dejaron atrás Ucrania y Lituania en busca de una vida más digna, en cuanto a lo realizado en ciencia ha sido gracias a la educación pública, a las instituciones nacionales y al apoyo de colegas, maestros; así como de mi familia.

“Actualmente se pueden escudriñar los rincones más lejanos del universo, la estructura molecular de nuestras células y neuronas, el código genético, todo esto brinda la oportunidad de lidiar y corregir una serie de procesos biológicos y enfermedades.

Lo anterior aunado con el incremento de la capacidad de examinar y analizar grandes cantidades de datos, usando la llamada inteligencia artificial, permite abordar y resolver problemas como el cambio climático, la contaminación ambiental, las pandemias, la pobreza extrema y la violencia, lo más triste que puede suceder es quedarnos como espectadores pasivos”, dijo Pablo Rudomin al finalizar su discurso.

En su participación, René Asomoza Palacio, exdirector del Cinvestav e investigador del Departamento de Ingeniería Eléctrica, mencionó que el trabajo de Pablo Rudomin va más allá de las aulas, del laboratorio o de los premios obtenidos a lo largo de su carrera, porque él ha impulsado diversas ideas e iniciativas cuyo eco han trascendido el plano nacional.

Asomoza Palacio destacó la participación de Pablo Rudomin en los primeros momentos de la formación y consolidación del Cinvestav, primero como un activo estudiante y profesor, y luego como investigador en el Departamento de Fisiología, Biofísica y Neurociencias, en donde por más de 60 años ha sido pilar.

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René Asomoza Palacio, exdirector del Cinvestav, participó en el homenaje a Pablo Rudomin.

Fue en 1956 cuando obtuvo el título de biólogo de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del IPN y para continuar sus estudios, al regresar de una estancia en Estados Unidos y otra en Europa, optó por ingresar al naciente Cinvestav. En ese ambiente pudo relacionarse con destacados científicos de esa época, como Arturo Rosenblueth, Ramón Álvarez-Buylla, Jerzy Plebanski, Joaquín Remolina o José Ádem; entre otros, quienes marcaron su carrera científica o colaboraron con él.

Resaltó que además de su exitosa carrera en investigación, Pablo Rudomin también ha hecho contribuciones en favor de la comunidad científica de México, siendo coordinador del Consejo Consultivo de Ciencias de la Presidencia de la República promovió, junto con la Academia Mexicana de Ciencias, el Conacyt y la Secretaría de Educación Pública, la primera Ley de Ciencia y Tecnología, la cual se publicó en el Diario Oficial de la Federación en junio del año 2000.

Pablo Rudomin es investigador titular emérito del Departamento de Fisiología, Biofísica y Neurociencias del Cinvestav, del que fue jefe en el periodo 1992-2000, cuenta con más de 122 publicaciones científicas y ocho de divulgación.

Sus aportaciones científicas le han valido reconocimientos como los premios Nacional de Ciencias (1979), Príncipe de Asturias (1987), Luis Elizondo (1989), la Presea Lázaro Cárdenas del IPN (1996), el Krieg Achievement Award (2002) de la Asociación Internacional Ramón y Cajal, así como el Premio de Antigüedad (2013) por el Cinvestav por sus más de 52 años de labor docente y trayectoria científica.

Entre los asistentes y participantes en el evento, coordinado por Alejandro Frank, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México, figuraron Martha Espinosa, Jorge Quevedo y Jorge Aceves, del Cinvestav, José Sarukhán y Christopher Domínguez Michael, de El Colegio Nacional, el escritor mexicano Juan Villoro, Elzbieta Jankowska, de la Universidad de Gotemburgo, Enrique Villa, exdirector del Instituto Politécnico Nacional, además de investigadores de diversas instituciones académicas, exestudiantes, familiares, amigas y amigos.

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