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Cinvestav presente en la Feria Internacional del Libro de Minería

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En su edición 44 de la Feria Internacional del Libro de Minería, concluida el pasado 6 de marzo en Ciudad de México, la divulgación científica tuvo un papel destacado al contar, por décima sexta ocasión consecutiva, con un ciclo de conferencias dedicado a este tema. En esta ocasión, el tema rector de las conferencias fue la conmemoración de los 200 años del nacimiento de Gregor Mendel, considerado el padre de la Genética.

Uno de los participantes de este ciclo fue Alexander de Luna Fors, investigador de la Unidad de Genómica Avanzada (UGA-Langebio) del Cinvestav, quien en su conferencia Se necesitan dos para bailar el tango de la longevidad abordó la importancia que tiene el estudio de la genética en el entendimiento y tratamiento de algunos de los cambios ocurridos en el organismo al llegar al ciclo de madurez y el envejecimiento.

Previo a exponer los avances que su grupo de investigación, el experto en genética y evolución de sistemas de UGA Cinvestav reconoció el cambio de paradigma que significaron los estudios de Mendel para biología experimental, al emplear por primera vez un organismo modelo, en ese caso plantas, a fin de entender lo que sucede en otros organismos, incluso biológicamente distintos; algo similar a lo que actualmente realiza en su laboratorio con levaduras para estudiar el envejecimiento de diversas especies.

De hecho, comentó que el estudio de la biología durante muchos años enfatizó que el ciclo de vida consistía en nacer, crecer, reproducirse y morir; sin embargo, se olvidaba de la etapa del envejecimiento, la cual ahora es de suma importancia estudiar debido al cambio en las dinámicas demográficas de países como México, donde el incremento en la población adulta mayor es acelerado.

“Hoy en día, el envejecimiento es uno de los aspectos menos entendidos a nivel biológico, pero en las últimas dos décadas su estudio se ha incrementado para buscar respuesta al papel que juega en la lógica evolutiva de las especies y para entender cuáles son los genes y los factores ambientales que influyen en este proceso universal”, señaló en su conferencia llevada a cabo el pasado 4 de marzo en el Auditorio Bernardo Quintanal, del Palacio de Minería.

Por ejemplo, mencionó al envejecimiento como la principal causa para desarrollar ciertas enfermedades, como las cardiovasculares, algunos tipos de cáncer y los padecimientos neurodegenerativos. “Algo ocurre en el funcionamiento de las células durante la vejez que existe mayor posibilidad a desarrollar ciertas enfermedades; a pesar de existir otros factores de riesgo, sin duda, el envejecimiento dispara la prevalencia de algunas enfermedades”.

Ante ese panorama, señaló que el estudio genético podría ayudar a identificar blancos moleculares con los cuales trabajar, a fin de reducir el impacto del envejecimiento en la salud de la población. Una pista que podría ser de gran ayuda es iniciar con alteraciones genéticas relacionadas con dos condiciones genéticas: la progeria, en la que aparecen síntomas del envejecimiento en niños, en la cual se podrían identificar algunas acciones a nivel molecular en las células que ocasionan este síndrome y buscar alternativas para corregirlas.

Otra rara enfermedad es el síndrome de Laron, que prácticamente es lo opuesto a la progeria, al presentar como principal manifestación la talla baja de las personas, pero también se ha observado que la población con esta condición rara vez desarrolla algún tipo de cáncer o diabetes, lo que podría servir como modelo de estudio en aras de identificar los mecanismos que impiden el desarrollo de esas enfermedades.

A partir del análisis de estos síndromes es posible reconocer moléculas que ejerzan ciertas funciones durante el envejecimiento. Por ejemplo, se ha identificado a la proteína TOR como un elemento fundamental a nivel celular en procesos relacionados con la madurez, de modo que al inactivar esa proteína en un organismo viejo es posible reducir síntomas del envejecimiento.

Si bien reconoció que la mayoría de los tratamientos contra las afectaciones relacionadas con el envejecimiento están en proceso de investigación, por lo que alertó sobre productos y dietas “antienvejecimiento” sin sustento científico, Alexander de Luna aseguró que tanto el ejercicio, como los buenos hábitos para dormir y de alimentación son, hasta ahora, de las mejores armas que existen contra los efectos negativos del envejecimiento.

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