Cinvestav Saltillo otorga su grado número mil

Al encabezar la tradicional ceremonia de entrega de diplomas a los egresados de posgrado del Cinvestav Saltillo, Alberto Sánchez Hernández, Director General de este Centro, destacó la graduación de la milésima estudiante de esa unidad, que representa años de esfuerzo, dedicación y un compromiso inquebrantable con la excelencia, lograda con el apoyo del gobierno, academia y sociedad.

Sánchez Hernández destacó que el Cinvestav Saltillo se ha consolidado como un referente en el campo de la ingeniería y las ciencias, gracias a la calidad de sus programas de posgrado, los cuales forman profesionales altamente capacitados y capacitadas para enfrentar los desafíos de un mundo en constante evolución.

“Su búsqueda incansable del conocimiento y su pasión por la innovación son un ejemplo para todos y todas. Sus investigaciones en materiales avanzados, sistemas robóticos y energías renovables contribuyen a resolver problemas reales, ustedes son un testimonio del alto nivel académico que caracteriza a esta institución. Sus conocimientos y habilidades serán fundamentales para enfrentar los desafíos del futuro, así como construir un mundo más sostenible”, subrayó el directivo.

Alberto Sánchez señaló la necesidad creciente de que haya personas altamente capacidades en Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas; pero en especial la de ingenieros que resuelvan los desafíos que presentan esta evolución acelerada de la tecnología de la que hemos sido testigos durante los últimos años.

En su oportunidad Francisco Alfredo García Pastor, Director del Cinvestav Saltillo, sostuvo que la principal contribución de la institución a la sociedad es la formación de jóvenes altamente calificados y calificadas en sus diversas áreas de competencia: robótica y manufactura avanzada, sustentabilidad de los recursos naturales y energía, ingeniería cerámica y, por supuesto, ingeniería metalúrgica, quienes serán agentes de cambio que incidirán de manera importante en sus respectivos círculos de influencia.

“En este día celebramos la continuidad del trabajo iniciado hace casi 40 años por los fundadores de la Unidad y hoy estamos celebrando la graduación de nuestra estudiante número mil. El primer grado de Maestría en Ciencias de la Unidad fue conferido a Jorge López Cuevas, el 15 de febrero de 1990. Pasaron 23 años para llegar a la graduada número 500, María de la Paz Rico Fernández”, recordó García Pastor.

Además, el directivo señaló que el ritmo de graduación se ha seguido acelerando, pues sólo se requirieron 10 años para que, en octubre del año pasado, Marlén Ponce Pío se convirtiera en la graduada número mil y desde su examen de grado a la fecha, 50 estudiantes más han defendido exitosamente sus tesis.

“En nuestros 34 años graduando estudiantes de posgrado, hemos pasado de un solo programa de maestría a 4 y 3 de doctorado, con un claustro académico de casi 50 investigadores e investigadoras, 50 trabajadoras y trabajadores administrativos, técnicos o manuales, así como auxiliares de investigación, con una población estudiantil que supera las 200 personas, esto es un claro ejemplo de la dedicación y trabajo institucional de todo el personal de Cinvestav Saltillo”, aseguró Francisco Alfredo García.

Durante la ceremonia de entrega de diplomas, Marlén Ponce Pío, graduada número mil del Cinvestav Saltillo, sostuvo que ese “momento no solo representa la culminación de nuestros estudios de posgrado, sino también el cierre de una etapa que nos desafió personal y académicamente, transformándonos en el proceso”.

Ponce Ríos se remontó a su vida como estudiante de ingeniería, donde constantemente se negaba a ser ingeniera, considerando que era un camino muy complicado, diciéndose a sí misma que jamás ejercería, que no contaba con la vocación suficiente y que no tendría las herramientas adecuadas para salir adelante en la vida con una carrera de hombres como lo repitieron constantemente en su entorno. “Jamás hubiera considerado la idea de estar aquí, en uno de los mejores centros de investigación del país rodeada de ciencia, conocimiento y desarrollo”.

Marlén Ponce compartió que actualmente tiene un empleo, el cual ejerce con vocación y amor a la investigación en la industria. “El Cinvestav le dio a una ingeniera mecánica la vocación y el amor a la investigación de materiales. Una ingeniera mecánica, me queda claro que no solo se dedica arreglar carros o máquinas, así como un cerámico no solo son tazas y platos. Compañeros, sigamos adelante con la certeza de que los mayores retos de la vida son también las mayores oportunidades de crecimiento”