Conexión Cinvestav / jueves, 13 de agosto de 2020 / Categorías: Boletin de prensa Conexiones distantes de nuestros ancestros. A partir de un artículo científico recientemente publicado en la revista Nature, donde se da cuenta de la presencia de componentes genéticos de antiguos pobladores de Sudamérica en habitantes de las Islas Polinesias, los investigadores de la Unidad de Genómica Avanzada (UGA) del Cinvestav, Karla Sandoval Mendoza y Andrés Moreno Estrada, ofrecieron la charla “Conexiones distantes de nuestros ancestros: estudios genéticos en México y Polinesia”, como parte del Coloquio Cinvestav. Además del interés científico sobre el origen de una de las poblaciones más remotas del mundo, a decir de Andrés Moreno Estrada, esta investigación confirma que la humanidad en su conjunto es resultado de una mezcla de razas, y esa riqueza genética se debe a la migración, por lo que resulta incongruente que actualmente perduren pensamientos de segregación cultural o racistas, ya que la biología ha mostrado que no existe fundamento para ello. En una reseña de poco más de 60 minutos, los investigadores de la UGA Cinvestav recapitularon el trabajo de campo y laboratorio que realizaron durante más de seis años, en colaboración con colegas de las universidades de Stanford, Oxford y de Chile, donde obtuvieron muestras de más de 800 individuos tanto de poblaciones indígenas americanas como de islas del Pacífico Sur, para llegar a la conclusión que hace aproximadamente 800 años existió un contacto entre ambas poblaciones. A partir de ello generaron perfiles genéticos, que básicamente es analizar una serie de posiciones genéticas a lo largo de todo el genoma de las personas, por medio de un microarreglo donde se encuentran las sondas de ADN de las posiciones a analizar y se comparan con el ADN de cada individuo. Lo que se obtiene es una especie de coordenadas que cubre todos los cromosomas y por lo tanto todos los posibles ancestros de esta persona. Entre los rasgos que encontraron en pobladores de la Isla de Pascua había raíces mapuche (pueblo originario de Chile y Argentina), lo cual era esperado por las relaciones que se han tenido a partir de la adhesión de la Isla de Pascua a territorio chileno a finales del siglo XIX. Lo sorprendente fue que había otro rasgo, con menor proporción de frecuencia, de un componente genético compartido con poblaciones originarias de la región que comprende Colombia y Ecuador. A través de métodos más sofisticados (llamado distribución de longitud de segmentos cromosómicos ancestrales) los investigadores pudieron fechar el momento en que los segmentos indígenas se introdujeron en población polinesia, lo que nos dio una referencia de entre 20 y 26 generaciones atrás; es decir, el primero contacto ocurrió alrededor del año 1200 de nuestra era Esta investigación fue ejemplo de cómo especialistas de distintas disciplinas e instituciones pueden trabajar con conjunto a fin de obtener resultados científicos más precisos. De hecho, al presentar este Coloquio Cinvestav, el director general del Centro, José Mustre de León, hizo referencia a la importancia que actualmente tiene la investigación transdiciplinaria para el quehacer científico en nuestros días. Karla Sandoval Mendoza mencionó otro ejemplo de investigación transdiciplinaria recientemente dada a conocer, y en la que participaron investigadores mexicanos, que da visos de una nueva fecha (hasta 15 mil años antes de lo que se pensaba) en la que los primeros hombres y mujeres habitaron el territorio nacional gracias al estudio en una cueva localizada en Zacatecas. Finalmente, ambos investigadores hicieron una invitación tanto a sus colegas como a los estudiantes para comunicar y difundir sus investigaciones al público general, con la intención de compartir el nuevo conocimiento a la población nacional. Artículo anterior Toxinas del pez león, un potencial para ayudar a entender el proceso del Alzheimer Siguiente artículo Terapia génica, alternativa para combatir al covid-19 Print 2175