Conexión Cinvestav / jueves, 22 de septiembre de 2022 / Categorías: Boletin de prensa Conmemoran el bicentenario del natalicio de Luis Pasteur Adolfo Martínez Palomo Adolfo Martínez Palomo y Antonio Lazcano Araujo, miembros de El Colegio Nacional, coincidieron al destacar la vigencia, actualidad e importancia del trabajo científico del Luis Pasteur para la salud, durante el Coloquio Cinvestav, dedicado a conmemorar el bicentenario del natalicio del bacteriólogo francés. Martínez Palomo, también investigador Emérito del Cinvestav, sostuvo que las aportaciones de Pasteur deben seguir vigentes, sobre todo para hacer frente a los problemas sanitarios como los que significaron la covid-19, donde han fallecido más trabajadores de la salud a causa de la pandemia, de acuerdo a datos de la revista científica The Lancet. Recordó que el 2022 fue declarado por el gobierno francés como el año de Luis Pasteur, con el objetivo de reconocer sus descubrimientos para el beneficio de la salud y por su concepción de la ciencia, además, sostuvo que su legado es inseparable de su deseo de anclar la ciencia en el mundo, en particular en la educación y en la enseñanza, con el conocimiento como componente esencial para todas y todos los ciudadanos. Olvidar a Pasteur, quien propuso el conocimiento como base de la educación, provocó que en varios lugares del mundo se hicieran recomendaciones inadecuadas para enfrentar la enfermedad de covid-19 y esa es la causa de tantas muertes por la pandemia, sostuvo el exdirector del Cinvestav; además aseguró que las técnicas de Pasteur se siguen usando con resultados aceptables. "Se emplea su vacuna de células humanas de manera segura y es de gran utilidad y más de 5 millones de ellas se administran anualmente a nivel internacional”. Comentó que muchas de las críticas que recibió Pasteur en vida, sobre sus métodos, técnicas, ética científica y resultados, fueron motivadas por el interés de aclarar dudas, otras fueron generadas por la ignorancia, pero la mayoría surgieron por la envidia y mezquindad de sus colegas. Cómo explicar que a 200 años de su nacimiento todavía es motivo de encono, particularmente de medios anglosajones, se preguntó. “El mismo Pasteur respondió las diatribas de su época y las de ahora, en torno a su trabajo: «la crítica estéril de esos parásitos científicos impotentes de crear nada por sí mismos se aferran a los descubrimientos de los demás para atacarlos y buscar así la ocasión de hacerse célebres»”, explicó Martínez Palomo por algunos artículos y libros que aún cuestionan el trabajo del científico francés. Sin embargo el prestigio de Pasteur como uno de los mayores héroes de la ciencia sigue impoluta y las diversas publicaciones que lo critican o denuestan no ha hecho mella en su recuerdo; por el contrario, sirven como estímulo para revisar algunas de sus contribuciones, cotejar la viejas y las nuevas biografías o comparar los nuevos y los viejos conceptos. En su oportunidad, Antonio Lazcano consideró que además del nuevo conocimiento, uno de los aportes más importantes de Luis Pasteur fue definir e institucionalizar la disciplina científica y resultó significativo porque le consiguió un lugar en el presupuesto de los gobiernos, le dio un reconocimiento social y le permitió la creación de instituciones, algo que antes de esa época no existía. Antonio Lazcano Araujo Además, el catedrático de la UNAM sostuvo que Pasteur superó la falsa distinción entre ciencia básica y aplicada porque pensaba que solo había una ciencia, la cual debe resolver problemas sociales y, a partir de ello, desarrolla la vacunación como parte de la institucionalización de la salud pública, así como la creación de instituciones sanitarias para beneficio colectivo. Lazcano Araujo enlistó los principales intereses científicos de Pasteur, como la asimetría molecular, la vacunación, la fermentación microbiana, anaerobiosis, la pasteurización y la teoría microbiana de la enfermedad, entre otras. Mencionó la posición de Pasteur en contra de la teoría de la generación espontánea, que motivó un debate político e ideológico en su época al contraponerse a la teoría de la evolución de Darwin, discusión donde intervenían la ciencia, la filosofía y las creencias religiosas. A pesar de su personalidad compleja que se identificaba como monárquica y conservadora, su trabajo experimental usado para justificar sus puntos de vista políticos, religiosos e ideológicos, demostró la inexistencia de la generación espontánea, algo contrario a sus ideales. “Hoy a 200 años de su nacimiento podemos reafirmar con mejor conocimiento de causa nuestra profunda admiración por la grandeza inmortal de su obra, su ejemplo seguirá siendo guía y estímulo ante la tarea nunca acabada de conquistar las enfermedades infecciosas y, como lo dijo el mismo Pasteur: «los microbios son los que tendrán la última palabra»” comentó Adolfo Martínez Palomo, también investigador del Departamento de Infectómica y Patogénesis Molecular de este Centro. Artículo anterior Tras las memorias del alzhéimer Siguiente artículo Necesario que la normativa institucional se adapte a la dinámica de la violencia Print 1258