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La contaminación por microplásticos afecta a la fauna marina

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Fibra de plástico encontrada en los caracoles Strombus gigas de varios países del Caribe (cortesía de Dalila Aldana y Paul Caillat)

Estimaciones del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente calculan que en el año 2050 habrá más plásticos que peces en los océanos, con consecuencias negativas hacia los ecosistemas marinos.

Con el propósito de comprender mejor las consecuencias de este fenómeno, Dalila Aldana Aranda, investigadora del Departamento de Recursos del Mar del Cinvestav Unidad Mérida, estudia la presencia de microplásticos en la fauna del Caribe, mediante el empleo del caracol rosa como especie modelo, que sirve de indicador de lo que pasa en toda esa región por este tipo de contaminación.

Los experimentos se realizan en campo, utilizando especies indicadoras y se trabaja con métodos indirectos que evitan el sacrifico de los organismos; se analizan muestras de heces y a través de ellas se sigue la cantidad de microplásticos que tienen, cuál es su tipo y se identifican los aditivos que contienen

Los microplásticos se incorporan a la flora y fauna marina que se encuentran en la columna de agua y fondo marino; se incorporan a las cadenas tróficas o alimenticias desde el plancton, fitoplantoc (organismos vegetales) y zooplacton (animales) que consumen estas partículas, por ejemplo, una sardina que se alimenta de zooplacton, va ser consumido por otro pez y este por otro, y tarde o temprano el ser humano comerá microplásticos a través de ese pescado

Se ha demostrado que cuando un pez consume una partícula de microplásticos, después de dos horas sus componentes químicos ya se encuentran en su torrente sanguíneo y en varios días pasan al tejido del pez, es decir, en la carne que consumen las personas.

“Los humanos estamos ingiriendo partículas de microplásticos al comer mejillones, almejas, ostiones, pulpos o pescado, porque se traga el animal completo, además al consumir productos del mar las personas también se exponen a los aditivos químicos asociados a la fabricación de microplásticos y de manera adicional a las sustancias tóxicas que se pegan a las partículas de plástico y eso es lo peligroso”, sostuvo Aldana Aranda. 

La producción de plásticos y microplásticos usa colorantes y aditivos altamente tóxicos que los hacen flexibles, tener una forma determinada, presentar mayor resistencia o que se degraden más rápido, pero al final se convierten en pedacería, y se ha demostrado que sus aditivos son cancerígenos.

Los plásticos concentran altas cantidades de compuestos órganoclorados permanentes, del bloque de los insecticidas (hasta un millón de veces más alto de lo normal), que son interruptores de las vías endocrinas de los organismos, es decir, afectan la actividad reproductiva, por lo tanto, cuando un pez, almeja, caracol o el zooplacton lo ingieren en una partícula de microplástico adquieren cantidades elevadas de este tipo de contaminantes.

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Fibra de plástico encontrada en los caracoles Strombus gigas de varios países del Caribe (cortesía de Dalila Aldana y Paul Caillat)

 “Hemos asociado estos estudios a un trabajo biológico y ecológico; usamos diferentes herramientas de microscopia electrónica de Raman y de diferentes rayos láser que nos permite identificar cuál es el tipo de plástico presente en la cuantificación que hacemos; somos capaces de saber cuánto plástico ingiere un organismo y cuál es su procedencia, incluso podemos identificar si viene de pedacería de bolsas, botellas, hilo utilizado para pescar en línea o redes de la captura”, expuso Dalila Aldana.

Los plásticos nunca se degradan, cada vez se van haciendo más pequeños hasta llegar al tamaño de una micropartícula, pero no desaparecen del planeta y se van incorporando a la cadena trófica, ya sea de un lago, río, del mar e incluso de la tierra; en la cadena trófica se van a bioacumular y en algún momento los seres humanos los van a comer.

Los microplásticos son partículas de 100 micras hasta 5 milímetros, se identifican dos tipos, primarios, producidos exprofeso como micropartículas en forma de esferas y se utilizan básicamente en industrias como la cosmética para cremas limpiadoras, exfoliantes o dentales; y la automotriz, que emplea abrasivos ligados al lijado y a pinturas epóxicas; los secundarios son derivados de plásticos usados en embalajes, juguetes o utensilios, que mediante un proceso de degradación se convierten en una micropartícula.

Algunas medidas para contener este problema es eliminar el uso de plástico en la vida cotidiana, prohibir la fabricación de microplásticos para industria de cosmetología, disminuir el uso de pastas dentales y usar menos el plástico. “Tenemos que cambiar la forma de uso de los objetos que utilizamos, debemos fomentar el reciclado y disminuir la producción de plásticos, no hay de otra”, aseguró Dalila Aldana Aranda.

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