Conexión Cinvestav / martes, 21 de enero de 2020 / Categorías: Boletin de prensa La importancia de la cultura científica en el conocimiento de la sociedad mexicana El caso de los detectores moleculares GT200, que fueron adquiridos por el gobierno mexicano entre 2007 y 2010 para localizar cargamentos de droga, armamento y explosivos, vuelve a tomar atención, debido a que estos fueron aparatos “fraudulentos” que presentaron un riesgo para la seguridad nacional, pues en realidad no detectan nada. Su uso provocó cerca de 500 quejas en la Comisión Nacional de los Derechos Humanos e incluso algunos juicios penales contra la Secretaría de la Defensa Nacional, pues además de provocar detenciones arbitrarias, representaban un peligro para la seguridad nacional. Luis Mochán, investigador del Instituto de Ciencias Físicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), empleó este ejemplo para señalar la importancia de que los científicos e instituciones dedicadas a la ciencia sean consultadas y el país no cometa errores que pongan en riesgo la seguridad de toda una nación. Sobre todo, porque casos como el de los supuestos detectores moleculares no son aislados, ya que alertó sobre la introducción a México del Cytotron, un aparato desarrollado en la India que dice curar diversas enfermedades como la osteoartritis, osteoporosis y el cáncer. De acuerdo con el experto universitario, antes de adquirir tecnología nueva, se deben hacer investigaciones previas que corroboren las cualidades que dicen tener. Vamos a volver a caer una y otra vez en estas nuevas tecnologías atribuidas a la pseudociencia, pues en México y otros países de Iberoamérica prevalece el pensamiento mágico sobre el pensamiento científico, a menos que desarrollemos una cultura científica en donde sea importante establecer el valor de la ciencia y la necesidad del pensamiento crítico, así como el señalar el costo de la ignorancia. Con la visita de Luis Mochán, fue como el Departamento de Física del Cinvestav dio la bienvenida a este nuevo ciclo, presentando su primer coloquio “Magia, ciencia y seguridad nacional: crónica de una varita mágica”. Artículo anterior ¿Dónde está el ajolote? Siguiente artículo Las matemáticas en la salud pública Print 3820