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No dañar, obedecer y proteger: la revolución asimoviana en la química farmacéutica pt. 3

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Por: Carlos Naranjo Castañeda y Eusebio Juaristi, Departamento de Química del Cinvestav.

¿Cómo podemos asegurarnos de que los sistemas de IA utilizados en el desarrollo de fármacos no causen daño a los seres humanos, ya sea intencionalmente o no?

Asimov enfatizó la importancia de la responsabilidad humana en el desarrollo de la vida artificial. Creía que los seres humanos deben ser responsables de las acciones de los robots, y que deben tomar medidas para prevenir daños o abusos.   Esta revolución, aunque beneficiosa, ha introducido importantes desafíos éticos en materia de privacidad de datos, transparencia algorítmica, derechos de propiedad intelectual, acceso equitativo a terapias impulsadas por IA y la atribución de responsabilidades.

Es importante comentar que la innovación tecnológica no puede ser una excusa para ignorar la ética. En el proceso de promoción de aplicaciones de IA, siempre debemos adherirnos a los principios éticos y asegurar que no se violen la dignidad y los derechos humanos. Esto requiere prestar siempre atención a cuestiones éticas para garantizar que la innovación tecnológica avance por un camino legal y conforme a las normas.

A continuación, te presentamos la intersección entre ética y el desarrollo de fármacos por IA.

-La recopilación de datos de pacientes durante el desarrollo de fármacos plantea desafíos significativos en términos de privacidad y seguridad. La información confidencial, como datos personales y genómicos, debe ser protegida con medidas cautelosas para evitar filtraciones o mal uso. En este sentido, la ideología de Isaac Asimov sobre la responsabilidad humana en el desarrollo de la IA cobra relevancia. La Primera Ley de la Robótica de Asimov establece que "un robot no puede dañar a un ser humano o, mediante su inacción, permitir que un ser humano sufra daño". De manera similar, debemos garantizar que la recopilación y el uso de datos de pacientes no cause daño a su privacidad ni a su seguridad. Para lograr esto, es fundamental establecer mecanismos sólidos de protección de datos, como la anonimización, la encriptación y el consentimiento informado. De esta manera, podemos asegurarnos de que los derechos de privacidad de los pacientes sean respetados y protegidos plenamente.

-La transparencia y la explicabilidad en la toma de decisiones mediante IA son fundamentales para generar confianza en esta tecnología. En el diseño de fármacos, los modelos de IA pueden tomar decisiones complejas que superan la comprensión humana. Sin embargo, este proceso de "caja negra" carece de transparencia y explicabilidad, lo que dificulta que las personas comprendan y confíen en los resultados. La Segunda Ley, en particular, establece que "un robot debe obedecer las órdenes dadas por los seres humanos, excepto si estas órdenes entren en conflicto con la Primera Ley". De manera similar, la IA debe ser transparente y explicativa en sus decisiones para que los seres humanos puedan comprender y confiar en ellas. Para mejorar la confianza, debe existir el desarrollo de técnicas de explicabilidad, como la visualización de datos y la interpretación de modelos, así como la implementación de mecanismos de auditoría y supervisión.

-En la encrucijada de una revolución, nos enfrentamos a un desafío ético fundamental: armonizar los derechos de propiedad intelectual (DPI) con el imperativo moral de promover la salud pública. La intersección entre los DPI y el desarrollo de fármacos por IA es compleja y dinámica. Sin embargo, inspirados en la visión futurista de Isaac Asimov, podemos superar los límites actuales y forjar un futuro en el que la innovación y la colaboración converjan para beneficio de la humanidad. Un escenario ideal sería aquel en el que los DPI se utilizan como catalizadores de la innovación y la colaboración, en lugar de como barreras. Un mundo en el que empresas, instituciones académicas y organizaciones gubernamentales unan esfuerzos para desarrollar soluciones innovadoras y accesibles que mejoren la salud.

-El acceso equitativo a terapias impulsadas por IA en el desarrollo de fármacos requiere una consideración cuidadosa de la ideología Asimov. En particular, la Tercera Ley de la robótica, que establece que "un robot debe proteger su propia existencia sin causar daño a los seres humanos", se refleja en la necesidad de diseñar terapias impulsadas por IA que protejan su existencia y funcionamiento terapéutico, que garanticen el acceso universal (independientemente de su ubicación geográfica, ingresos o condición social), y que no exista discriminación de ninguna índole.

-La responsabilidad ética es un aspecto fundamental en el desarrollo y uso de la IA en el diseño de fármacos. Cuando la IA comete errores o provoca consecuencias adversas, surge la pregunta: ¿quién debe asumir la responsabilidad? Los desarrolladores, proveedores de datos o usuarios de la IA deben reflexionar profundamente sobre este tema y establecer un mecanismo completo de definición de responsabilidad. En este sentido, debemos garantizar que todas las partes involucradas asuman la responsabilidad ética correspondiente para evitar daños a los seres humanos. Para lograr esto, es fundamental establecer un marco regulatorio claro y completo que defina las responsabilidades de cada parte involucrada.

Como te puedes dar cuenta la innovación tecnológica es el motor que impulsa el desarrollo sostenible en el campo farmacéutico, y la aplicación de la IA abre nuevas posibilidades en la investigación y el desarrollo de fármacos. Sin embargo, es fundamental que los investigadores sigan explorando el potencial de la IA en el diseño de fármacos, aprovechen al máximo sus ventajas únicas en el análisis de datos y el reconocimiento de patrones, y desarrollen herramientas y métodos más potentes para el desarrollo de nuevos fármacos.

Para equilibrar la relación entre innovación y ética, la investigación futura debe centrarse en la colaboración y la comunicación interdisciplinarias. Los científicos, los informáticos, los expertos biomédicos, los abogados y los especialistas en ética deben trabajar juntos para promover el desarrollo saludable de este campo mediante la integración de conocimientos y la innovación de métodos.

Este enfoque interdisciplinario no solo mejorará la eficiencia y la calidad de la innovación, sino que también garantizará que los principios éticos se respeten plenamente y se reflejen en productos de calidad. De esta manera, podemos asegurarnos de que la IA se utilice de manera responsable y ética en el desarrollo de fármacos, y que los beneficios de la innovación tecnológica se compartan de manera justa y equitativa

La integración de la IA en el flujo de trabajo diario de los farmacéuticos nos lleva a reflexionar sobre la visión de Isaac Asimov. En sus obras, Asimov exploró las posibilidades y los desafíos de la interacción entre humanos y máquinas. Ahora, estamos viviendo una realidad en la que las herramientas de IA se están convirtiendo en parte integral de la investigación.

Para garantizar que la tecnología de IA se utilice de manera responsable y ética, debemos buscar inspiración en Asimov. Su enfoque en la colaboración y la comunicación entre humanos y máquinas nos ofrece una guía valiosa para asegurarnos de que la IA se utilice para enriquecer la humanidad, en lugar de reemplazarla. En este sentido, la adopción generalizada de las herramientas de IA en la investigación farmacéutica nos ofrece una oportunidad única para reflexionar sobre nuestros valores y principios. ¿Qué tipo de futuro queremos crear? ¿Cómo podemos asegurarnos de que la tecnología se utilice para beneficio de la humanidad? Estas son las preguntas que debemos hacernos a medida que avanzamos en esta nueva era de la investigación química.

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