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Mónica Isela Acuautla Meneses. En busca de nuevos materiales
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Mónica Isela Acuautla Meneses. En busca de nuevos materiales

Aunque reconoce su dificultad para hablar en el mismo idioma con el encargado de la tienda del barrio donde actualmente reside, al llegar al laboratorio e intercambiar conceptos con sus colegas, Mónica Isela Acuautla Meneses se comunica con la soltura y confianza que le da toda la preparación recibida durante sus estudios.

Actualmente, la graduada del Departamento de Ingeniería Eléctrica del Cinvestav forma parte de la Universidad de Groninga, en Países Bajos, reconocida como una de las instituciones educativas más incluyentes en Europa, al contar con estudiantes extranjeros que superan el 50 por ciento de su comunidad. Esa situación se replica con sus profesores e investigadores, muchos de ellos de países externos a la Unión Europea.

Además de lo anterior, esa institución holandesa es conocida por contar con grupos académicos muy importantes en el tema de ingeniería y materiales, del cual forma parte la investigadora mexicana.

Con apenas 35 años de edad, de los cuales los últimos cuatro los ha pasado en Países Bajos, Mónica Isela cuenta con una carrera de investigadora para muchos vertiginosa, pues apenas una década atrás planeaba realizar su maestría en el Cinvestav dentro del grupo de Ernesto Suaste Gómez, para trabajar con materiales piezoeléctricos (que transforman la energía mecánica en energía eléctrica y viceversa); ahora  es parte  del  Instituto  de  Ingeniería  y  Tecnología de la Universidad de Groninga, investigando nuevos materiales piezoeléctricos con diversas aplicaciones en ingeniería.

“Al estudiar ingeniería en Mecatrónica en el Instituto Politécnico Nacional trabajaba con sensores y actuadores, pero quería saber cómo funcionaban estos dispositivos. Eso fue lo que me interesó del grupo del doctor (Ernesto) Suaste para realizar mi maestría, donde mi trabajo de investigación se centró en materiales piezoeléctricos, que pueden emplearse como sensores y actuadores. Me enamoré de esa investigación y me convencí de continuar mis estudios en el área”.

El trabajo de investigación durante su maestría en Cinvestav se basó en la elaboración de materiales cerámicos porosos y estudios de permeabilidad; principalmente a partir de una mezcla de titanato de bario expuesto a diferentes corrientes eléctricas para controlar el tamaño del poro a partir de la piezoelectricidad. Ese proyecto se realizó con la intención de generar materiales con aplicaciones biomédicas.

Al concluir su maestría, se le presentó la oportunidad de realizar un doctorado en la Universidad de Aix-Marsella, en Francia, en el área de electrónica flexible, hasta entonces, poco conocida en México.

Durante sus estudios trabajó con sensores de gas en sustratos flexibles con micro y nanoelectrónica, lo que le dio nuevas habilidades en el tema de materiales. Posteriormente realizó un posdoctorado en Holanda, donde obtuvo un puesto como profesora-investigadora en la Universidad de Groninga.

A pesar de que hasta ahora sólo ha vuelto a transitar por los pasillos del Cinvestav como visitante, para Mónica Isela su paso por esta institución ha sido de gran utilidad en su actividad profesional, al darse cuenta de que la preparación y experiencia obtenida en el Centro le han permitido enfrentar los retos científicos en Europa, y sobre todo al trabajar en una institución donde convive con investigadores prácticamente de todo el mundo.

“Como egresados con estudios y experiencia en el extranjero, comprobamos que el Centro nos ha dado todas las herramientas necesarias para sobresalir en otros grupos de trabajo internacionales. Eso pasa tanto en el plano personal como en el científico: aprendemos a buscar soluciones a problemas que nos enfrentamos cada día, sin importar si un equipo falla o si no se tienen ciertos elementos, nosotros nos adaptamos a fin de nunca detener la investigación. Ese es un factor común en el Cinvestav, aunque, claro, uno debe de esforzarse y poner de su parte para trascender”.

Además, su vínculo con el Cinvestav y México continuó después de obtener su grado de maestría en ciencias, ya que actualmente apoya la colaboración e incorporación a su grupo de trabajo en la Universidad de Groninga de estudiantes o posdoctorantes mexicanos. De hecho, actualmente trabaja con un egresado del Cinvestav a quien conoció durante una conferencia internacional y decidió apoyar.

“Los investigadores mexicanos en el extranjero no nos desconectamos de nuestro país, sabemos de todos los retos involucrados tras apartarnos de nuestras familias, amigos y lugares de procedencia, a veces tenemos miedo de intentarlo por pensar que no seremos capaces, pero cuando tienes una buena preparación e iniciativa, te das cuenta que tenemos herramientas para hacerlo de buena forma.

En nuestros lugares de trabajo impulsamos colaboraciones, siempre buscamos las posibilidades de regresar, pero en ocasiones las oportunidades están en otro lado, y desde la posición en donde uno está puede hacer muchas cosas para apoyar al talento mexicano”.

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